Carlos Salvador Bilardo, el doctor campeón del mundo
- Genaro Curcio
- 17 abr 2021
- 4 Min. de lectura
Bilardo, nació un 16 de marzo de 1938 en Buenos Aires, Argentina.

Carlos Bilardo transcurrió su infancia entre el fútbol, el estudio y el trabajo. Durante sus vacaciones escolares tenía que levantarse antes del amanecer para entregar los productos que vendía, como flores y frutas, al Mercado de Abasto en Buenos Aires. A pesar de que en su juventud militó en las juveniles de San Lorenzo de Almagro, no abandonó su ambición de convertirse en un médico, en concreto ginecólogo, profesión que practicó durante un breve período de tiempo. El mismo Bilardo confesó que durante su época en las divisiones inferiores en San Lorenzo, Carlos entrenaba de mañana y durante la noche estudiaba en la Universidad de Buenos Aires para obtener el título.
COMO JUGADOR
Jugó en las categorías inferiores de San Lorenzo de Almagro, hasta que en 1958 le llegó la oportunidad de jugar en el primer equipo. El 6 de agosto de 1958, a la 1 de la mañana, El Narigón estaba estudiando el corazón de una rana cuando su madre lo llamó avisándole que debutaba por la mañana. Debutó en un partido ante el Club Atlético Atlanta por la Copa Suecia, donde anotó dos goles. Curiosamente, para el equipo local jugaban Carlos Timoteo Griguol y Osvaldo Zubeldía, personajes claves en la carrera de Bilardo.

Alternó como suplente en el Campeonato de 1959, ganado por el club, y en la Copa Libertadores de 1960. Durante las temporadas de 1961 a 1965 jugó con Club Deportivo Español, donde tuvo una destacada actuación, incluso siendo tercero en la tabla de goleadores en una de sus campañas, compartiendo con 23 goles la posición junto a Scandoli, jugador del Club Atlético Platense.
En 1965, tuvo que decidir por fichar entre Argentinos Juniors, y Estudiantes de La Plata, ambos clubes que terminaron en los últimos puestos en el campeonato anterior. Bilardo pensaba jugar por un año y con el dinero que había ganado, poner un consultorio y retirarse. Pensando que si fichaba por el Bicho no iba a tener ningún cliente, fichó por Estudiantes de la Plata, equipo con el que coincidiría por primera vez con el entrenador Osvaldo Zubeldía.
Junto a él, formarían uno de los equipos más aguerridos y trabajados tácticamente en la historia del fútbol argentino, al que mucho tiempo después se los consideraría como "antifútbol" por su ortodoxa y poca elegante forma de jugar al fútbol. Con el Pincha ganó el Campeonato Metropolitano 1967; tres Copas Libertadores de América en los años 1968, 1969 y 1970 y la Copa Interamericana 1969. Sin embargo, el momento cumbre en la historia de Bilardo como jugadore llegó en la final de la Copa Intercontinental de Clubes en 1968. El rival era el histórico Manchester United de Matt Busby, que contaba en sus filas a George Best y Bobby Charlton. En la ida, jugada en La Bombonera Estudiantes ganó 1 a 0. En la vuelta, el Pincha empató 1 a 1 en una verdadera batalla campal y se coronó campeón del mundo.
Siendo también dos veces finalista de la Copa Intercontinental en 1969 y 1970, Bilardo se retiró como futbolista al finalizar la temporada de 1969/70 en Estudiantes de La Plata.
Como jugador ha sido internacional con la Selección Argentina, debutando en 1959 en los Juegos Panamericanos de EE. UU., obteniendo la medalla de oro con la selección.
COMO ENTRENADOR
Su carrera desde el banco empezó en 1970 en el Club Atlético Huracán como segundo entrenador de Osvaldo Zubeldía. Allí estuvo solo un mes porque, debido a los malos resultados, el primer entrenador eligió irse. En 1971 asumió como director técnico de Estudiantes de La Plata y logró evitar lo que parecía un descenso seguro del Pincha, ganando 19 de los últimos 24 puntos del campeonato. En 1973 volvió a ocupar la misma función y en 1975 logró el subcampeonato nacional, terminando invicto a solo un punto detrás de River Plate.

Se radicó en Cali, Colombia, entre los años 1976 y 1979, dirigiendo al Deportivo Cali, a su vez logrando llevar por primera vez en la historia a un equipo colombiano a la final de la Copa Libertadores 1978, perdiendo frente a Boca Juniors. En 1979 dirigió en regular campaña a San Lorenzo de Almagro. Durante los años 1980 y 1981 dirigió la selección de fútbol de Colombia de cara a la clasificación para la Copa Mundial de Fútbol de España de 1982.
En el año 1982 nuevamente se hizo cargo del puesto de entrenador en Estudiantes de La Plata, consiguiendo ganar el Campeonato Metropolitano en ese año, con un gran equipo y una forma de juego novedosa para la época. Ese año, gracias a la gran campaña realizada con Estudiantes, se convirtió en el seleccionador del equipo nacional argentino.
Selección argentina (1983-1990)
Después del fracaso de la selección argentina en el Mundial de España de 1982, Carlos Bilardo fue nombrado seleccionador, producto de la gran campaña realizada con Estudiantes de La Plata. La mayor meta de la AFA era volver a conseguir una Copa Mundial de Fútbol en 1986 y Bilardo traía consigo una nueva idea acerca de la concepción del juego de los equipos de fútbol y eso lo trasladó al seleccionado, incorporando nuevos jugadores para debutar en la selección, sobre todo jugadores de Estudiantes de La Plata e Independiente, equipos que en aquellos años despuntaban en el fútbol argentino. La conducción de Bilardo al frente del seleccionado estuvo plagada de críticas por parte del periodismo, sobre todo respecto de la concepción del juego que este trasladó al equipo, proveniente de la gloriosa época de Estudiantes de La Plata bajo la conducción de Osvaldo Zubeldía equipo en el cual Bilardo fue jugador y emblema.

El equipo fue capitaneado por Diego Maradona, a quien Bilardo nombró en detrimento de Daniel Passarella. En 1985, esa selección enfrentó las dificultosas eliminatorias hacia el Mundial de México 1986, y obtenida la clasificación gracias a una destacable intervención del mismo Passarella en el último partido, el 2-2 contra Perú. La presencia de Bilardo en el cargo fue objetada, al punto de difundirse rumores de que el gobierno de Alfonsín pretendía su alejamiento.
Sin embargo, la selección obtuvo el Mundial de México 1986 de forma brillante e indiscutida, y Diego Maradona se proclamó el mejor jugador del mundo. El nuevo sistema de juego impuesto por Bilardo, compuesto por tres defensores (un líbero y dos stoppers), cinco mediocampistas y dos delanteros, asombró al mundo, al punto que la revista inglesa World Soccer lo reconoció como el último sistema táctico del Siglo XX. Este logro le permitió a Bilardo un nuevo período de cuatro años al frente del seleccionado de cara al Mundial de Italia 1990.
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